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MIMISMIDAD

LO PROMETIDO ES DEUDA: ZARDOZ

LO PROMETIDO ES DEUDA: ZARDOZ

La película futurista en la que Connery aparece con el peor aspecto de su historia se titula ZARDOZ y éste es el argumento:
La Tierra, siglo XXIII.
Zed es un miembro de los Exterminadores, una banda de expertos asesinos que creen que dominan el mundo. Reinando sobre el resto de los mortales, los exterminadores sólo responden ante su dios, una gigantesca imagen de piedra conocida como Zardoz. Atormentado por la duda sobre la verdadera divinidad de Zardoz, Zed decide investigar. Confirma sus dudas cuando descubre que el dios es un instrumento fraudulento de Eternals, una sociedad secreta de inmortales que ha inventado la divinidad para explotar a las masas. Cuando descubre la verdad, Zed intenta revelarla y destruir las injustas reglas de Eternal.

Naturalmente, Zed es Connery.
Año de producción, 1973, así se explica el estilismo. Y para que os riais un ratito, el trailer.
 

ARMAS OFENSIVAS

ARMAS OFENSIVAS

Mira, corazón, no quiero pensar qué ocurriría si se te cayera la toalla que tan cuidadosa y estratégicamente llevas enrollada a la cintura. Sofocos nos dan ya de verte de esa guisa empuñando un arma menos ofensiva, seguro, que la que pudorosamente ocultas. Este ni sí ni no nos tiene en un sinvivir que no imaginas, y hablo en plural porque lo hago por boca de muchas que no pudiendo o no atreviéndose a expresarlo, experimentan lo mismo que yo a la vista de semejante monumento cinético. Querido, no es preciso que la toalla caiga, tú sigue dejando a nuestra imaginación el trabajo de desvelar lo que esa felpa guarda bajo su mullido tacto, que el pensamiento es libre. Sin más que decirte, se despide de ti con un suspiro (interprétalo como gustes) UNA ADMIRADORA.

¡Yo también soy Calimero!

¡Yo también soy Calimero!

Pues sí, yo también soy Calimero, yo también digo aquello de "¡Es una injusticia!" Por desgracia he de decirlo muy a menudo, y por desgracia, me siento impotente y sin más recursos que esta protesta ineficaz si no es para desahogarme y no tragarme toda la quina. Bien mirado, todos los que no tenemos poder somos Calimero, y deberíamos hacer chapitas para la solapa con esa leyenda.

Se lo perdonamos

Se lo perdonamos

No me he recuperado aún de la impresión cuando escribo esto. No se preocupe, señor Connery, se lo perdonamos, se lo perdonamos, todos cometemos errores, pero vamos, con esa pistolita que porta en su mano derecha yo apuntaría, dispararía, fuego contra el que lo engañó para dejarse disfrazar de esa guisa tan horrorosa, mezcla de D'Artagnan, del Indio Jerónimo y del mal ladrón. Insisto, se lo perdonamos. De un plumazo borramos de la memoria tal desaguisado y rememoramos mejores imágenes.
Pero vamos, que si se lo perdonamos es por ese muslamen espléndido que casi se adivina entre el taparrabos y la caña de la bota mosquetera. 

¿Y yo sobre qué escribo ahora?

¿Y yo sobre qué escribo ahora?

Pues nada, escribir por escribir; al fin y al cabo no es una práctica tan infrecuente. Ahora todo el mundo escribe, aunque sólo sea el nombre de la firma, y encima lo publican, ¡jódete! ¡Ay, ay, ay! ¡Que yo quiero ser famosa! Ventajas múltiples: escribe el negro, con lo cual no tengo que molestarme en elaborar una historia coherente y desarrollar unos personajes (si se trata de una narración, claro) ni en estructurar unas ideas y decidir un planteamiento (véase, temas de hoy), yo me limito a prestar mi nombre y mi imagen y, por supuesto, a llevarme los beneficios económicos. Si encima el libro es bueno, quedo como una reina, como un nuevo crack de la literatura. Lo dicho, el camino más corto para pasar por escritor es ser famoso.

Betty de nuevo (trasuntos de mi alma)

Betty de nuevo (trasuntos de mi alma)

Pobre Betty, se quedó sin gasolina.
Pero Betty nunca se rinde. 

El mejor método anticonceptivo

El mejor método anticonceptivo

El método anticonceptivo más eficaz que existe hoy por hoy, sin recurrir a la cirujía, es la píldora. Su uso recomendado: sujétala entre las rodillas y no dejes que se caiga. Garantía de eficacia absoluta. 100% de fiabilidad.

ABREVIANDO

ABREVIANDO

FORGES, ¡CHAPEAU!

A MANDAR, QUE PARA ESO ESTAMOS

A MANDAR, QUE PARA ESO ESTAMOS

¿QUIÉN NO NECESITA ALGUNA VEZ QUE LE ECHEN UNA MANO?

Querida Posh

Querida Posh

Hola, Posh, querida. Si lees esto me sentiré feliz, porque nadie como tú para entenderme. Hoy he tenido una relajada mañana de médicos y una tarde para disfrutar del caos infantil con los niños tirándolo todo y peleándose por nada. Es lo que tiene haber despedido a la nani, bonita, que tengo que cargar con todo y claro, luego no puedo ir de tiendas ni de cenas, ni de nada de nada. Recomiéndame una de fiar, que, aunque mi marido no es rubio ni de tan buen ver como el tuyo, ni es famoso, nunca se sabe. Que hay mucha lagarta suelta, ¿verdad, bonita?, dispuesta a airear lo que está mejor sin ventilarse, incluso aunque no haya ocurrido. Si es que esto de ser guapo, rico y famoso tiene sus desventajas. Pero tú, como una señora, aguantando el chaparrón; claro, que tienes buen paraguas, ¿verdad, querida? Aún así, debe de ser muy irritante saber lo que sabes sabiendo además que todo el mundo (literalmente) lo sabe o va a saberlo en breve y encima otros van a forrarse por contarlo. Qué vida más dura la tuya, Posh... Con lo supermegaguay que tú eres, lo mona, lo divina, lo fashion, que eres lo más y no te valoran... Pero tú sigue así, que alguna compensación tendrás, ¿no? y si no, ¿por qué lo aguantas, nena, si tú vales mucho?

Para Posh (y van dos)


Hola, Posh. Pues no creí que fuera a escribir la segunda pero ya lo ves, donde dije digo digo Diego (¿difícil para tí el trabalenguas?) En fin, Posh, querida, que estoy estresada pero estresada y como sé que tú me comprendes, pues quién mejor que tú para contarle mis penas. Hoy me ha costado levantarme, sabes, eso de que a las seis y media suene el despertador jode mucho (¡uy!, perdona, qué expresión para decírsela a una persona tan educada y bienhablada como tú) Sigo: después de un desayuno continental (esto sí que lo digo en tu registro de persona culta e instruída, ¿verdad, monina?), a preparar el trabajo del día, a levantar a los niños, ocuparme de que estén listos para ir al colegio (uno público, no vayas a pensar, pero no por falta de recursos, es que no quiero que luego los hijos me salgan raros), llevarlos al ídem (he vuelto a meter la pata, me olvido de que el español se te hace cuesta arriba, vamos, tan cuesta arriba que no lo hablas y no sé siquiera si lo entiendes), o sea, al colegio. Vuelta a casa y a limpiar (ya sé, no me quejo, que es aún más complicado ocuparse de que limpien otros), y a afrontar el resto de la mañana: plancha, más limpieza, cocinar, recoger a los niños del colegio... La tarde ni te la cuento, ¿para qué? Cuando haya pasado te diré. Cuando tenga un huequito en mi apretada agenda de ente inexistente (ama de casa vulgar y corriente), te lo cuento. Hasta entonces, Posh, un saludo afable, que para qué nos vamos a amargar, que la envidia es muy mala. Chao, bonita, y hasta otra (que seguro la habrá)

Yo también quiero

¡Qué a gusto se está echando de menos a los hijos!
Quiero tener esa experiencia sublime.

NECESITO UN GPS

NECESITO UN GPS


 

Se supone que esto es un mapa real de la virtual y cibernética blogosfera. ¡Y nos extrañamos de que en la Red haya fallos! En esa maraña no hay onda que no esté expuesta a perderse. Parece un gigantesco despliegue de fuegos artificiales, y no es una metáfora.

Hablar por hablar


Me encanta esta expresión, su ambivalencia, esas varias connotaciones a la que se presta según el contexto y el tono en que se pronuncia. Hablar por hablar no es bueno, ni es malo. El valor de esta acción depende siempre del contenido de esa charla inmotivada y de los efectos que produzca en quienes la llevan a cabo. Hablar por habla lleva implícita su propia motivación. Prueben a hacerlo y comprobarán que puede ser muy relajante. Pero cuiden lo que hablan o la charla se volverá contra ustedes.

Cóbraselo, Bacall


La similitud entre ambas fotos es evidente. No son los mismos, pero podrían serlo. El mítico THE RAT PACK (deberías haberles cobrado derechos de autor, espléndida, inteligente e ingeniosa Bacall) , aunque no al completo, cigarrillo en mano, riendo (de la vida, de sí mismos), tiene su réplica en el divertido cuarteto que, copa en mano, ríe a boca llena (¿alguna gracia de Clooney?)
Como leit motiv, la noche, la fascinación de la noche golfa, la atracción que ejerce lo prohibido.
Siempre nos quedarán los sueños...

¡Menuda alineación...!


Camacho, jovencísmo; el hacha Benito, de Puente del Arzobispo; Miquel Ángel, gallego de Ourense; el caballero Del Bosque; Rubiñán; Breitner, el alemán que antes jugó en el Bayer de Munich; Aguilar; Santillana (¡qué goles de cabeza!), el oriundo (así se los llamaba entonces) Roberto Martínez, argentino; otro alemán, Netzer, éste llegado desde el Borussia; y Velázquez, con el brazalete de capitán. Menuda alineación. Ya quisieran los galácticos...

¿Ahorro? ¿Y eso qué es?


La hucha, y la buena señora acertando a encestar por la milimétrica ranura una moneda, no se sabe de qué valor. ¿Quién es esa heroína de la microeconomía , ese crak de la administración doméstica capaz de arañar alguna cantidad al exiguo sueldo para alimentar al orondo cerdito? Si alguien la conoce, por favor, que me facilite el contacto con ella, necesito unas lecciones. Si se dedicara a dar clases, se forraba, en dos días tenía al gorrino listo para la matanza. Señora, es usted una galáctica de la economía doméstica.

¡Qué mala es la envidia!


¡Qué mala es la envidia, Micheline, bonita! Porque dime tú a mí qué te vio que no hubiera podido verme a mí: como yo, no eres alta; como yo, no eres guapa; como yo, tu pelo es rizado (el mío, natural); como yo, eres artista (tú de pincel, yo de pluma); y así podría seguir enumerando rasgos que sirven para definirnos a las dos. Pero no voy a perder más tiempo en eso. Mira, guapa, que lo que yo quería decirte es que la envidia es muy mala, y que tengas cuidado no venga alguna lagartona al cabo de los años y se te lleve lo que tanto has cuidado. Una preguntita insidiosa, mona, sin interrogación: debes de darle todo lo que necesita cuando has sabido conservarlo durante tantos años (cuando empezó vuestra relación yo era una niña y acabo de estrenar los cuarenta) Pues que lo disfrutes, y si eres un puntito perversa, como parece, mujer de carácter, cada vez que... te reirás pensando en las que, deseándolo, no tenemos al que tú tienes, o sea, en todas las demás. Lo dicho, guapa, que sigas bien y tan bien acompañada. Besos a Sean, sir Connery.

¡Ay, doctor, qué malita estoy!

¡Ay, doctor, qué malita estoy! Qué malita me pongo, doctor, cuando lo veo en Urgencias con ese pijama verde y el fonendo colgado al cuello como una medalla olímpica. ¡Mira que es usted guapo! Bueno, yo no diría guapo exactamente, que lo es, sino más bien apuesto, atractivo, masculino... En fin, que cuando lo veo en Urgencias, doctor, me pongo malísima, me sube la fiebre y me dan sofocos. Y eso que no estaba usted ni la mitad de bien que ahora, después de colgar la bata y ganar el Oscar. ¡Qué bien le sienta la edad, George Clooney! Aunque pareciera imposible estar más guapo que en su época de doctor, ha mejorado con las canas y con los años. Está usted mucho más interesante aún. Y además es inteligente y tiene talento, es usted casi perfecto. Qué más da que haya confesado ser infiel por naturaleza, no ha hecho más que sincerarse y reconocer que le ocurre lo que al 98% de los hombres y pocos quieren decir abiertamente. Además, para lo que yo le querría, poco importa la fidelidad, querido George. ¡Ay qué malita me pongo!

Mi increíble parecido con Victoria Adams

Mi increíble parecido con Victoria Adams

Tengo un parecido increíble con Victoria Adams, hasta el punto de que la miro y me veo a mí misma. Como ella, soy morena y delgada. Como ella, tengo marido y tres hijos. Y, sobre todo y fundamentalmente, como ella, tengo estrés. Cierto, Victoria, querida, llevar una casa y atender a tres niños es muy estresante, especialmente si tienes que organizar un ejército de sirvientes, nanis y guardaespaldas, eso sin contar con la agotadora jornada de compras que te espera antes o después del gimnasio, los masajes, la sesión de maquillaje y peluquería (bueno, sobre esto, viéndote, tengo mis dudas, bonita), la comida con..., la cena en el restaurante tal..., llegas a casa agotada, pero a pesar de eso, te sobrepones y das un besito a tus niños antes de que te los acuesten. Eres un pedazo de madre y un ama de casa del carajo, querida, dí que sí. Comprendo tu estrés. Viendo lo mucho que trabajas hasta me das pena, fíjate. Vamos, que se me quitan las ganas de quejarme, total, qué motivos tengo yo para estresarme si sólo tengo que ocuparme personalmente de todo y de todos... En cambio tú, divina de la muerte, pobrecita, qué actividad incesante, por Dios, un día revientas. Relájate bonita, es un consejo bienintencionado. Hasta otra, Posh, si es que la hay.